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La Máscara

Se requería un elemento que signe de manera artística toda una ciudad. Sobre todo, que replantee reflexiones que envuelven los paisajes de violencia de género que se construyen de manera sutil y con una violencia simbólica que cada vez es más consensuada y aprobada. Los adjetivos zoologizantes (perra-llegua-zorra-loba) y peyorativos que recibimos las mujeres justo cuando pedimos justicia, cuando elevamos nuestras voces rebeldes o solamente para pedir formalidad en nuestros proyectos. Somos todo eso incluso cuando compartimos universos íntimos o espacios mágicos. Paralelamente, estas mujeres innobles tienen tal poder de resiliencia que convierten estos adjetivos despectivos en diamantes.

Revelada esta actitud en varias cartas de mujeres que la ciudad ha generado. La ciudad de las mujeres innobles es una analogía a todas las voces valientes femeninas de esta ciudad; por lo tanto, un homenaje a todas las mujeres innobles! Gracias a la máscara de Wintercroff es posible subscribir de manera poética a la muy noble y leal ciudad de Quito; pero lo más contundente, es que podemos compartir este signo con otras mujeres.

Rosa Amelia Poveda

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